divendres, 16 de desembre del 2011

Quiero ser un aprendiz para siempre...

Siempre he creído que las actitudes son muy importantes para el aprendizaje.
Si profundizamos nos daremos cuenta de que el concepto "long life learning", "formación permanente", o "aprendizaje a lo largo de la vida", nos obliga a tener actitudes de aprendiz para siempre más...y en esas pienso que me encanta...
La inocencia, la curiosidad, la modestia, la duda constante, la contínua autoevaluación, el interés por hacerlo mejor...son verdaderas actitudes que se corresponden con el oficio de  "aprendiz".
El auténtico aprendiz se alimenta de todo y de todos, de las situaciones que pasan y de las que no pasan, de lo que existe y de lo que imagina que existe...todo lo discute, todo lo reflexiona, y saca conclusiones para seguir dudando...por tanto tiene en consideración a todos los que están a su alrededor, aquellos que le causan admiración junto con aquellos que le causan repulsión...a veces instintiva, y aprenden con placer y con dolor, con gusto y con asco, con respeto y sin respeto,  aprenden del error y también del acierto...el milagro del conocimiento lo produce su disposición a ser penetrado por nuevas perspectivas cada vez más envolventes y explicativas que den sentido a su camino.
Lo que ocurre es que en este mundo de compra-venta, se nos exige que nos hagamos publicidad y vendamos nuestros activos de conocimiento para ser respetados o contratados, y claro, queda fatal decir...soy un aprendiz de todo y maestro de nada, la duda es mi compañera, aunque estoy muy interesado en aprender...
Aún así...contrataría sin pensarlo a aquellos o aquellas que se autodefinieran como aprendices...seguro que podríamos caminar juntos y visitar las circunvalaciones del universo.... 
Para ilustrar os dejo con la entrañable pelicula del "aprendiz de brujo" 

dimecres, 14 de desembre del 2011

La cadena del conocimiento...

Eran las 4 de la madrugada cuando me han asaltado una serie de reflexiones y ya no he podido dormir más...
Mis pensamientos han nacido del respeto y el amor que me provocan mis maestros, aquellas personas de las cuales siento que he aprendido. En la primera persona que pensado es en mi madre, una profesora de música con una inteligencia emocional superior, a la cual le debo desde la vida hasta mi pasión por el proceso de enseñanza- aprendizaje. Después en mi padre, que me trasmitió el amor por la belleza, el arte y el lenguaje; su frase favorita fué -niñas (éramos 4 hermanas) mirad el diccionario, o -hablad con propiedad, buscad las palabras apropiadas para que os comprendan. También mi tía Anita de la cual aprendí el poder de la imaginación y de la narración, cuando me sentaba a su lado a escuchar sus cuentos y novelas inventadas que duraban días... yo adoraba a aquella mujer que básicamente me trasmitía una bondad infinita, y una humildad absoluta. Mis vecinos, Fernando y Maria de la Luz de los cuales aprendí algo tan importante como el respeto a mí misma a través de su aprobación, de su interés por mis acciones y trifulcas... En fín, a todas estas personas y muchísimas más que la suerte ha ido acercando a mi vida, he reconocido como maestros, como provocadores de reflexiones y procesos de conocimiento, y son o han sido mis fuentes de aprendizaje...
Así, he concluido que me siento un enlace del conocimiento de todos ellos y ellas, un nódulo de paso capaz de reconocer y amar todo lo que recibo y que de alguna manera me salva el pellejo cada día de múltiples maneras. Y pienso que entonces la vida sólo tiene sentido si soy capaz de convertirme en fuente de otros, en continente provisional, en vaso comunicante, en energía que se transforma en el gozo intelectual de otros...
Por eso pensé que el conocimiento no es mío, ni de nadie, sólo pasa por nosotros para ir a otros que lo trasformarán y lo comunicarán...y todas la mañanas del mundo seguirán amándose los maestros y aprendices a través de la conversación sobre la maravilla del proceso vital.

Finalmente, añadir que la inteligencia emocional es la antesala del aprendizaje y que aquellos que no reconocen ni respetan a sus fuentes de aprendizaje, a sus maestros, están condenados a perder en  esa misma acción, la oportunidad que habían recibido para cumplir con su función de ser humano.
Tutte le mattine del mondo (film completo)